Niños del sector rural no acceden a educación en línea

Preocupación. Los niños del sector rural acoplan sus actividades de campo con las tareas escolares.
Preocupación. Los niños del sector rural acoplan sus actividades de campo con las tareas escolares.

Rodeada de montañas, pastizales verdes y una infinidad de animales, ahí se encuentra la vivienda de Abigail, una niña de 7 años, a quien la pandemia mundial del Coronavirus también le ha quitado algo, la oportunidad de estudiar normalmente.

Pareciera que la vida se ensaña con ella y su hermana Anahí de 9 años, puesto que hace un par de años cerraron la escuela que se ubicaba en su comunidad a tres kilómetros de su casa, y ahora que ya se iban acostumbrando a viajar todos los días a una escuela ubicada en el centro del cantón sucede lo inesperado, tienen que estudiar por internet.

Su casa es de bloque cruzado, sus padres se dedican a la agricultura y viven del día a día, en su vivienda a duras penas tienen televisor, pero tienen prohibido usarlo mientras no esté papá o mamá.

Ellas se quedan solas, al cuidado de su hermano mayor de 12 años, quien también tiene que ayudar con los animales que hay en casa.

Todos los días tratan de leer los libros de la escuela, pero no saben a ciencia cierta qué deben hacer de tareas, aunque comprenden que por la pandemia se dice que deben seguir trabajando en internet.

“Nosotros no tenemos internet”, asegura con tristeza Abigail, mientras la encontramos caminando cerca de su casa, luego de un largo recorrido de seis kilómetros al centro de Tisaleo, donde acuden para que les ayuden con algún deber que tenga que entregar.

Realidad

Esta es la situación que viven centenas de niños de los sectores rurales que ahora se enfrentan a la educación en línea.

“Es muy complicado para nosotros, no es como en la ciudad que tienen todo, aquí tenemos que seguir trabajando para producir alimentos”, relata Blanca Panimboza, madre de un niño de 9 años, al tiempo de indicar su teléfono celular que no tiene cobertura y peor internet.

A decir de esta madre de familia ella tiene que acudir a una librería en el centro poblado para que le ayuden descargando los documentos que le envían de tareas a sus hijos.

“Solamente los fines de semana es cuando podemos ir al centro y trabajar en las tareas para que me den enviando”, comentó.

Jonathan de 9 años en cambio busca apoyo por lo menos tres veces por semana en casa de sus primos, pues él tampoco cuenta con internet y asegura que los docentes exigen que envíen los deberes.

La preocupación de su madre es que aunque tratan de entregar las tareas las dudas y la incertidumbre en varios temas es lo que prevalece. “No creo que puedan aprender de esta forma y nosotros no podemos ayudarle porque hay cosas que en mi tiempo no nos enseñaron o no recuerdo haber aprendido”, comenta.

Propuestas

Desde la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en un comunicado en el que denuncia la “fractura digital preocupante en la enseñanza a distancia”, recordó que la mitad de los estudiantes en el mundo carecen de acceso a una computadora en su domicilio y que el 43% no tienen internet en casa.

Mientras tanto desde el Ministerio de Educación se advierte que durante la suspensión de las actividades escolares se ha implementado varias alternativas, no solo la educación virtual sino que se aplica el Plan Educativo Covid donde además se entregan varias herramientas. (FCT)