Todos contra todos en Venezuela

OPOSICIÓN.  Lilian Tintori (izq), esposa de Leopoldo López; el jefe del Parlamento de Venezuela, Juan Guaidó, el diputado Juan Andrés Mejía y Fabiana Rosales, esposa de Guaidó. (Archivo EFE, Febrero 2019)
OPOSICIÓN. Lilian Tintori (izq), esposa de Leopoldo López; el jefe del Parlamento de Venezuela, Juan Guaidó, el diputado Juan Andrés Mejía y Fabiana Rosales, esposa de Guaidó. (Archivo EFE, Febrero 2019)

Como consecuencia del pisoteo a las instituciones políticas, a la separación de poderes y al estado de Derecho, en Venezuela el poder del Estado se ejerce por la fuerza.

La Corte Suprema de Venezuela había decretado el martes que Juan Guaidó, quien además es reconocido como presidente interino por unos 60 países, ya no era el presidente de la Asamblea, allanando el camino para que Luis Parra se convirtiera en el nuevo presidente del legislativo, a puertas de las elecciones legislativas. Parra desertó de la oposición para acercarse al oficialismo

Esto, en teoría, impediría a Guaidó y a los miembros de su junta directiva continuar con la celebración de sesiones parlamentarias en lugares diversos e improvisados, y les estaría vetada la entrada a la sede de la Asamblea Nacional, ocupada desde el martes por su rival, Parra.

El giro inesperado

Sin embargo ayer, la mayoría parlamentaria que reconoce a Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela ratificó al líder opositor como jefe de la Cámara, contrario a una sentencia del Supremo emitida el día anterior.
En un comunicado, la Consultoría Jurídica de la AN asegura que en la sentencia publicada el martes por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) «no existe nada que pueda desvirtuar» la reelección de Guaidó como jefe parlamentario, ocurrida el 5 de enero pasado.
Esa elección, señala el escrito, quedó expresada en la lista de votación de los diputados -publicada en la página web de la AN-, que da cuenta del quórum necesario y «de la holgada mayoría con la cual fue elegida la Junta Directiva que preside el diputado Juan Guaidó».

Aunque al líder opositor le impidieron ingresar a la sede del Legislativo el 5 de enero, cuando se escogería una nueva directiva parlamentaria, igual pudo ser reelegido en una sesión paralela, que tuvo lugar en la sede de un periódico local, en la que 100 de los 167 diputados que conforman la Cámara le expresaron su respaldo ante los medios de comunicación.

Mucho ruido, pocos resultados

Más allá del reconocimiento internacional, Guaidó ha visto mermar su poder dentro de Venezuela.

El líder opositor ha intentado de todo, incluso un fallido levantamiento militar, y en ningún momento ha puesto en peligro la continuidad de la llamada revolución bolivariana, en el poder desde 1999.

Y aunque su margen de maniobra siempre ha estado reducido por el control gubernamental, Guaidó contó durante su primer año de jefe parlamentario con dos facultades que hoy tiene diezmadas: el poder de convocatoria a manifestaciones contra el chavismo y el dominio de la escena en los medios de comunicación.

El opositor controla varios millones de dólares provenientes de cuentas estatales de Venezuela en el exterior y filiales como la petrolera Citgo, pero por las trabas burocráticas y procesales no ha podido convertir esos recursos en suficientes ayudas para la población que atraviesa una severa crisis económica. EFE