El Tribunal de Garantías Penales de Tungurahua declaró culpables a dos hombres que violaron a sus hijastras. Los implicados deberán pagar con 25 años de prisión.
La primera sentencia fue el lunes 6 de julio en Ambato en contra de Humberto Temistocles T. por el delito de violación en contra de su hijastra de 13 años (a la fecha de los hechos).
En la audiencia de juzgamiento, el fiscal Lenin Mayorga relató que el suceso se dio en 2017, cuando la víctima acompañaba a su padrastro a vender legumbres en Quito.
Al regresar la menor fue agredida sexualmente. El delito se cometió en varias ocasiones.
Embarazo
La víctima se embarazó de su agresor. La madre de la menor la llevó a un centro obstétrico y ahí se comprobó que tenía 12 semanas de gestación.
Al preguntarle sobre el responsable, la víctima contó que su padrastro la había violado. La madre de la adolescente habría ayudado al agresor a escapar y meses después se fue con él, dejando a su hija con la abuela.
El violador estuvo tres años prófugo. Este 2020 fue detenido en Loja. Entre las principales pruebas que se presentaron están el informe médico-legal, testimonios de los agentes de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen), el informe obstétrico hecho a la menor, la valoración psicológica, entre otros, que permitieron alcanzar justicia.
Además, de los 25 años de cárcel, el agresor deberá pagar una reparación integral de 10 mil dólares.
Píllaro
La sentencia del segundo caso, que pasó en Píllaro, se dictó el martes 7 de julio. La justicia declaró culpable a Jorge Antonio C., por violar a su hijastra.
El agresor ultrajó a la víctima desde los 6 hasta los 14 años. La última vez que ocurrió fue el 12 de noviembre de 2012 mientras la menor pelaba papas en su domicilio.
A pesar de que su madre sabía lo que sucedía, no pudo denunciarlo a tiempo, ya que tanto ella como su hija eran amenazadas por el violador.
Tres casos
En este mes son tres las sentencias por este delito, donde los victimarios fueron los padrastros de las menores
El jueves 2 de julio, Segundo L., fue sentenciado a 16 años de cárcel. El caso se dio en Ambato en 2016, cuando la víctima tenía apenas 12 años de edad y su padrastro se quedaba con ella en casa mientras su madre salía a trabajar.
Según relataron a las autoridades cierto día la mujer salió como de costumbre a sus labores, sin embargo, por cuestiones del destino retornó a su vivienda, sin imaginar que encontraría a su cónyuge cometiendo el atroz acto.
Segundo permaneció prófugo de la justicia durante cuatro años encabezando incluso la lista de los más buscados de Tungurahua.
Pero al parecer su suerte se le terminó, pues fue localizado y detenido, el 5 de marzo de 2020, en Panamá cuando intentaba pasar los controles migratorios.
Un informe policial revela que su objetivo era llegar a Estados Unidos para evadir su responsabilidad penal. (APQ)