Cómo enfrentar los desafíos educativos que deja la pandemia

REALIDAD. La creatividad es fundamental en esta nueva forma de educar.
REALIDAD. La creatividad es fundamental en esta nueva forma de educar.

Por: Rosa H. Chávez B.

La reapertura de los servicios educativos ecuatorianos no será de forma inmediata, sobre todo en los niveles inicial y básica.

Existe mucha incertidumbre con relación a una reapertura segura o el retorno a la forma presencial, o a un esquema combinando entre presencial y virtual como lo están haciendo otros países.

Por lo tanto, los programas educativos y trabajo con familias también presentan muchos interrogantes.

A pesar de los efectos negativos de la pandemia, es necesario que esto se transforme en una oportunidad para diseñar y proveer servicios, apoyos, contenidos y estrategias que lleguen a quienes más los necesitan, lo que requiere del trabajo colaborativo y el intercambio permanente de retos y soluciones innovadoras que ayuden a que se construyan sociedades más equitativas y resilientes a futuras crisis.

Por ejemplo, que las innovaciones curriculares se desarrollen con mayor énfasis en contenidos sencillos y útiles, que puedan integrarse fácilmente en las rutinas del hogar, que potencien la importancia del rol de los padres o del cuidador en el hogar, que incluya aspectos que promuevan su sentimiento de autoeficacia y su autocuidado emocional.

En este sentido todos los involucrados en este proceso deben contar con conocimientos y elementos que ponga más atención y priorice el desarrollo infantil y el aprendizaje de forma esencialmente virtual o de limitado contacto presencial al mínimo necesario.

Propuestas

Las siguientes son recomendaciones que, en muchas ocasiones, ya están siendo desarrolladas, tanto desde la escuela como desde las familias, y que habría que continuar, mejorar o implementar.

Plantear contenidos pedagógicos, es decir actividades y juegos sencillos que puedan realizarse con materiales disponibles en el hogar, como parte de su día a día como el momento de vestirse, de bañarse, de comer, de dormir, de cocinar o lavar; con actividades de juego y recursos educativos, estos últimos, principalmente orientados a niños de edad preescolar, de forma interactiva o por vías digitales o telefónica, mensajería instantánea y redes sociales, así como por medios comunitarios.

Prevenir la vulneración de derechos de los estudiantes con líneas telefónicas especializadas, chats en línea y otros mecanismos virtuales atendidos por psicólogos para ofrecer apoyo emocional a la infancia.

Repensar y comprender mejor cómo y en qué ambientes aprenden mejor los estudiantes. Esta crisis ha demostrado que se puede aprender bien fuera del aula, en otros ambientes.

Las alianzas con padres de familia y otros actores son fundamentales. La educación es responsabilidad de todos. Los padres de familia necesitan más ayuda para mejorar el aprendizaje en casa, incluyendo orientación y apoyo socioemocional, recursos y materiales. El soporte de organizaciones privadas de forma desinteresada es de vital ayuda en la educación para superar la crisis tanto de los estudiantes como de la familia.