En el sur de Quito, en un pasaje donde todas las casas pertenecen a las nietas y bisnietas de Don Nicolás Fiallos, se encuentra este gran personaje de la música ecuatoriana, con una sonrisa, vestido de terno gris y laso rojo sigue inspirándose en el amor y en el Ecuador.
Don Nicolás dejó su natal Baños en el inicio de la emergencia sanitaria y se trasladó a la capital, donde su familia lo cuida y acompaña. Clarita y Ruth, nieta y bisnieta del músico, cuentan que él con sus 101 años es una persona totalmente independiente que prefiere tener sus espacios de soledad para poder escribir y componer.
Un mini departamento es el lugar que fue adaptado exclusivamente para él, aquí la sala tiene una televisión que está adornada con peluches y una especie de figura que busca ser una réplica del artista, junto a esta hay una placa que fue entregada como reconocimiento en los últimos días, Fiallos está frente a esta y se encuentra con sus mejores galas para recibir al equipo de la Casa de la Cultura de Tungurahua y de Diario La Hora que llegan a entrevistarlo.
Añoranzas
En su cuarto tiene un rincón en donde guarda sus recuerdos que trajo desde Baños, sobre el armario está su colección de sombreros, porque a Don Nicolás siempre le gusta estar impecable sin importar el día. En su mesa de noche se encuentra su libreta con números de teléfono y al pie de la cama su guitarra, compañera inseparable.
“Nos dice que extraña Baños, el cariño de la gente, porque a donde iba le saludaban, acá es diferente más grande y a más de eso el virus, por eso tomamos todas las medidas de precaución”, contó Clarita.
Don Nicólas no olvida un solo detalle, para la entrevista saca sus cuadernos donde está escribiendo las nuevas canciones, libros de poemas y su guitarra, se sienta en el centro del patio y revisa su corbata, sombrero y pañuelo están bien, da indicaciones al equipo de audio y video sobre las posiciones de los micrófonos.
Legado
Siempre lucido trae al presente sus recuerdos con nombres, lugares, fechas y habla de que su primer encuentro con la música fue cuando tenía 9 años y su tío lo mandaba a ver en caballo para que llegue a las fiestas de la familia, y pueda cantar y animar.
Desde ahí su pasión por el arte fue en aumento, hasta escribir letras y componer música para 450 canciones que fueron cantadas por personajes como Julio Jaramillo, Segundo Rosero, Carlota Jaramillo, entre otros artistas.
“Julio Jaramillo llegó a Baños y nos conocimos en su segunda presentación, me preguntó que canción tengo y le dije que era un pasacalle, su guitarrista copió los acordes, al mes y medio escuché que la grabó”, mencionó Fiallos.
Don Nicolás sigue escribiendo y componiendo, tiene varias letras que reposan en las hojas de sus cuadernos. En esta ocasión grabó una entrevista y una canción para el proyecto ‘Sesiones 1949’ que se estrenará el próximo mes.
Fiallos se despidió poniendo énfasis en que extraña Baños, que una de las cosas que más desea es que el virus de tregua a la humanidad para poder regresar al ‘Pedacito de cielo’. “Agradezco a todos los artistas del Ecuador y al pueblo entero que han acogido mis canciones y las cantan, un abrazo a mis hermanos baneños que tanto me quieren”, finalizó.