¿Quién tiene la razón?

El COE cantonal ha adoptado nuevas medidas restrictivas en cuanto a horarios de circulación, aforos de locales y restaurantes o expendio de bebidas alcohólicas para diciembre a propósito de las festividades navideñas a manera de “prevención” de tal forma que la escalada del virus no se incremente de manera drástica.

Pero ¿hasta qué punto tiene coherencia? hay diversos criterios y sin duda muy respetables, sin embargo, me permito manifestar mi desacuerdo, primero porque no va a funcionar y segundo porque como población debemos aprender a vivir en esta nueva realidad y eso aún no lo entendemos.

Probablemente tengamos esta problemática por mucho tiempo, las vacunas aún no se sabe si llegarán o no en el primer semestre del 2021, además, no sabemos aún la real efectividad de las mismas y eso más existe incluso mucho escepticismo.

Limitar horarios de movilidad es un absurdo, siempre he creído que deben haber otras formas de concientización y reglas, pero encerrarnos nuevamente es improcedente desde mi apreciación, el virus no se va a dormir a las 21:00.

Existen locales comerciales y especialmente restaurantes que van a verse afectados con estas medidas en un mes que se necesita dinamismo económico, lo que sí deberían continuar es manteniendo principios, normas, protocolos, tecnologías y prácticas para evitar o reducir el riesgo que no es nada más que los protocolos de bioseguridad, pero bloquearles sus negocios en cuanto a horarios y aforos es inadmisible y hasta cierto punto egoísta, son decisiones no consensuadas y hasta cierto punto unilaterales.

Si bien existe preocupación de las autoridades los controles deberían enfocarse en otras actividades como “pases del niño”, “novenas”, etc., que aglutinan cantidad de gente, pero no castigar a los negocios que viven de esta época.

La cadena de producción es precisamente la gente y las decisiones deben ser validadas en todo aspecto, no con esto debemos subestimar un riesgo que sigue latente, pero si ser mas prácticos en las decisiones.