Las estadísticas levantadas por autoridades y sociedad civil muestran que los índices de violencia en la parroquia Picaihua son altos, por lo cual la ciudadanía ha conformado las defensorías comunitarias.
Es así que en la parroquia se instaló una oficina a donde la ciudadanía puede acudir en busca de apoyo ante cualquier violación de sus derechos.
Este trabajo lo gestionó la comunidad a través del Consejo Cantonal para la Protección de Derechos.
Kléver Peñaherrera, secretario Ejecutivo del Consejo, explicó que entre las principales funciones que tiene una defensoría comunitaria es promover y difundir los derechos humanos y sociales que involucren a la comunidad, poner en conocimiento de la Junta Cantonal de Protección de Derechos o ante la instancia que corresponda, casos de vulneración de derechos, entre otras.
Además, felicitó a los defensores comunitarios por el esfuerzo y compromiso para hacer cumplir y vigilar los derechos de los grupos de atención prioritaria de la parroquia. “De esta manera podremos bajar los índices de violencia que vive Picaihua”, dijo. (FCT)