¿Por qué los bravucones?

Fabián Cueva Jiménez

La convulsión causada por la grabación, ya pública, involucrando a tres altos funcionarios del anterior y actual gobierno, no puede quedarse solo en el alboroto. Las imágenes nuevamente visualizadas del nefasto 30-S trajeron a un primer actor y protagonista, el expresidente Correa, como un ser humano desencajado, rabioso, violento, digno de un análisis psicológico y educativo.

Porque la violencia, dice la OMS, es el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectiva, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que puede causar: lesiones, problemas sicológicos, privaciones y hasta la muerte,de quienes son atacados, su familia y amigos.

Garaygordobil, psicólogo vasco, dice, cualquier niño o adolescente que ha sido víctima o testigo de un acto violento, además de sufrir las consecuencias dolorosas inmediatas, interioriza una experiencia negativa que la traduce en actitudes violentas, inclusive a largo plazo ya en la vida adulta al menos, cuando se presentan estímulos que se reactivan desde el inconsciente. Señala: ”quien en la niñez es víctima, en la vida adulta puede ser un potencial agresor”. Claro y aplicable.

El problema de conductas agresivas, bullying o matoneo, se originan en hogares –padres violentos, tensiones matrimoniales, problemas económicos-, también en la escuela –ausencia de valores y de reglas de convivencia- y se traducen en ataques físicos, psicológicos, verbales, sexuales, sociales, de manera directa y ahora, hasta por los nuevos medios tecnológicos.

En nuestro país: 6 de cada 10 niños sufren violencia en las escuelas y reciben insultos y amenazas; sin embargo, nadie interviene, el problema es casi ignorado, aunque hasta he leído un proyecto de ley para controlar y erradicar. Los llamados a atender, tutores y Departamentos de Consejería Estudiantil, no tienen suficientes recursos técnicos y profesionales, 4.110 para atender a 1’500.000 alumnos de un total de 3’500.000.

Evitemos nuevos bravucones, la experiencia es cercana y lamentable.

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