Bunge

Eduardo F. Naranjo C.

El pensamiento crítico pierde una de sus más preclaras figuras, con la partida del filósofo Mario Bunge, cuyos aportes a la teoría del conocimiento son fundamentales y hacen que los latinos estemos orgullosos de haber tenido un hombre de esta talla.

Bunge, nacido en Argentina, debió salir de su país por el oscurantismo mental de los dictadores militares azuzados por las elites económicas como siempre. Se estableció en Canadá donde fue un emérito maestro en la universidad de McGill, publicó medio centenar de libros que muestran su capacidad intelectual.

Difundió el racionalismo matemático impulsando el pensamiento científico en sus obras como: ‘Filosofía y Ciencia’, ‘Materialismo y Ciencia’ y ‘Causalidad y Ciencia’, discrepó en algunos aspectos con el filósofo austriaco, Karl Popper.
El trabajo intelectual de su vida fue crear una visión del mundo ajustada a la lógica matemática, arma fundamental del pensamiento concreto y válido de la actualidad, que es la ciencia, discutiendo el método, como Popper y favoreciendo su desarrollo, en la verificación de las grandes hipótesis que se gestan en busca de concreción.

El profesor vivió como pensaba y tuvo el invalorable apoyo de su esposa, su hija es una afamada investigadora en neurociencias, deja el planeta luego de 100 años de lucha intelectual y con el reconocimiento de un amplio grupo de científicos de todas las especialidades.

Con certeza su producción literaria es un gigante aporte para la humanidad, testigo en un futuro no lejano de extraordinarios cambios, donde el animismo menguará y si el planeta sobrevive a las potenciales amenazas generadas por la ambición de poder y dominio, habrá una sociedad diferente, participativa y solidaria. El profesor estuvo en Quito hace dos décadas invitado por la Universidad Católica.

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