Siria, nueve años de cruento conflicto armado sin solución

Drama. La población siria se moviliza en medio de un ambiente de destrucción.
Drama. La población siria se moviliza en medio de un ambiente de destrucción.

Organismos reportan violaciones, torturas, ejecuciones sumarias y otros crímenes.

Redacción DAMASCO

AFP

Al menos 384.000 personas murieron en Siria, entre ellas más de 116.000 civiles, desde que estalló la guerra en ese país en marzo de 2011, según un nuevo balance publicado por la ONG Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).

El conflicto empezó con la dura represión por parte del gobierno de manifestaciones pacíficas prodemocracia. Con los años se transformó en una guerra compleja en la que están presentes grupos rebeldes y yihadistas así como de fuerzas extranjeras.

Actualmente, el régimen de Bashar al Asad controla más del 70% del territorio gracias al apoyo de Rusia, Irán y el Hezbolá libanés. Este conflicto es “la peor catástrofe provocada por el hombre desde la Segunda Guerra Mundial”, estimó la ONU en 2017. Destrozó la economía siria y provocó el éxodo de 11 millones de personas.

Según el último balance del OSDH, que se basa en su amplia red de fuentes en todo el país, del total de víctimas, 116.000 son civiles, entre ellas 22.000 niños.

Además, han muerto 129.476 soldados del ejército sirio así como sirios y extranjeros que integran las milicias y las fuerzas aliadas. Entre ellos habría 1.697 combatientes del movimiento libanés Hezbolá.

En las últimas semanas, el avance del régimen se ha visto interrumpido en la región de Idlib, al noroeste, último bastión rebelde y yihadista.

Una ofensiva de Damasco contra esta región provocó desde diciembre la huida de cerca de un millón de personas, según la ONU. A principios de marzo, Ankara negoció con Moscú que se interrumpieran los ataques.

Las ONGs denuncian sin descanso abusos y violaciones de los derechos humanos perpetrados por el gobierno de Asad. Lo han acusado de cometer ataques químicos, torturas y arrestos ilegales. En este contexto, decenas de miles de personas han desaparecido, según estas oenegés.

La guerra ha provocado además la destrucción de infraestructuras y ha reducido a la mínima expresión sectores clave para la economía siria, como el petrolero.

La realidad

Después de haber pasado nueve años investigando el horror de la guerra en Siria, los expertos de la ONU, uno de ellos brasileño, se sienten frustrados por la continuación de los combates, pero seguirán trabajando para que un día se haga justicia.

El Consejo de Derechos Humanos creó la Comisión de Investigación de la ONU para Siria en agosto de 2011, unos meses después del comienzo de la represión de las manifestaciones pacíficas, para identificar los abusos e identificar a los autores. Pero Damasco nunca les permitió entrar en Siria.

“Pensé que nos llevaría un año de trabajo o algo más”, declaró uno de los tres miembros de la comisión, la estadounidense Karen Koning AbuZayd, quien forma parte de la comisión desde su creación, al igual que el presidente, el brasileño Paulo Pinheiro.

“No pensé que todavía seguiríamos en ello”, dijo en una entrevista, días antes de la presentación del 19º informe esta semana en Ginebra.

Los informes de los investigadores de la ONU abarcan violaciones, torturas, ejecuciones sumarias y otros crímenes.

La comisión ha denunciado los delitos de guerra cometidos por las distintas partes y, en algunos casos, crímenes contra la humanidad. Pero sus llamamientos a llevarlos ante la Corte Penal Internacional han sido en vano.

Casi un millón de personas han huido desde que en diciembre comenzó la ofensiva lanzada por el gobierno del presidente Bashar al Asad y Rusia, su aliado en esta guerra.