Escupir a policías en Bélgica puede implicar prisión

Policías belgas realizan controles en las calles de Bruselas, Bélgica. (AFP)
Policías belgas realizan controles en las calles de Bruselas, Bélgica. (AFP)

Bruselas, Bélgica, AFP

En plena crisis del nuevo coronavirus, escupir a la policía es un «ataque con sustancias peligrosas» en Bélgica y puede conducir directamente a prisión, como ya ha ocurrido en Amberes (norte) en siete ocasiones en la última semana.

La justicia belga decidió actuar contra este tipo de comportamientos, indicaron este lunes 30 de marzo varias fuentes judiciales a la AFP. Los fiscales de este reino europeo incluyen el escupitajo en una serie de infracciones identificadas hace una semana.

«Escupir o toser intencionadamente a alguien asegurando ser portador del virus» puede implicar «hasta dos años de prisión«, explicó Christian De Valkeneer, fiscal general de Lieja (este).

Los fiscales generales aconsejaron a los ministerios públicos llevar sistemáticamente ante el juez a los autores de estas infracciones, que pueden considerarse como «una amenaza de ataque con sustancias aparentemente peligrosas».

En varias ocasiones, los agentes recibieron escupitajos en la cara. «Este tipo de gestos no es excepcional, (…) pero con el coronavirus es importante actuar inmediatamente», subrayó Kristof Aerts, portavoz de la fiscalía de Amberes.

El lunes, un juez decretó prisión preventiva para un joven de 19 años, que se opuso la víspera a su arresto en un parque de Mortsel, cerca de Amberes, por no respetar la prohibición de reunirse, decretada durante la pandemia.

«Reaccionó de manera muy alterada. Cuando se le esposó, escupió hacia los inspectores», explicó la fiscalía de Amberes, cargando contra una actitud «social y completamente inaceptable».

Otros seis incidentes similares ocurrieron desde el 23 de marzo durante intervenciones policiales en el espacio público o durante controles de tráfico, precisó Aerts.