Nostalgia comunista

Ser comunista tiene algo de romántico. Es un sueño por un mundo justo y próspero. Inspirado en esta palabra, que es un velado timbre de orgullo, se creó una doctrina dizque científica: el marxismo leninismo, donde cual dioses sus autores crearon etapas históricas definitivas hasta que se llegaba a la perfección en una sociedad, en la que el Estado, sus instituciones sus ciudadanos pasaban a ser todos comunistas y la única dictadura era la del proletariado. Claro que quien se oponía a esa nueva ciencia, casi religión, debía ser expurgado, fusilado o lavado el cerebro.

La realidad y la naturaleza humana no admitieron tanta ciencia que acabó con la libertad y la prosperidad de los pueblos. Se decía que quien a los veinte años no era comunista no tenía corazón y quien a los cuarenta seguía de comunista no tenía razón. Pero se amó tanto al comunismo y algunos todavía lo aman (bajo otros apodos: populismo, podemos, revolución bolivariana, revolución ciudadana) que hicieron carne de una sentencia popular: “Es bastante difícil ser justo con lo que uno ama”. Claro que algunos líderes también se percataron de que era un gran negocio apoderarse de un país: Stalin, Fidel, Castro Chávez, Ortega. El fracaso en sus países en lo económico y social es innegable.

Que el mundo es una porquería dice un tango, que a continuación dice “nada es verdad”. En parte atina: somos sordos y ociosos y ante lo evidente, pues queremos una sociedad rica a la vez que equitativa, pero en teoría, pues jamás estamos dispuestos al menor sacrificio ni de nuestros bienes ni de nuestras personas. Se culpa al capitalismo de nuestras desventuras. Más resulta que el mundo actual es capitalista, aunque se afirma que el peor capitalista -porque le va bien- es los Estados Unidos. Y en el siglo XXI los más necesitados corren a ese país, no a China, Rusia, Venezuela, Cuba, Nicaragua, Argentina o Bolivia.

Un buscapié calificado de “Estallido” recorre nuestro país: se trata de resucitar a Carlos Mariátegui (1894-1930), el inspirador comunista del terrorista Sendero Luminoso peruano. Todavía a algunos no les llega la razón.