Clínica clandestina aplicaba dosis falsas contra la Covid-19

Se investiga que compuesto se inyectó a las personas.
Se investiga que compuesto se inyectó a las personas.

El establecimiento fue clausurado y se investiga qué sustancias fueron inyectadas en los pacientes, como supuestas vacunas.

Una clínica clandestina al sur de Quito fue clausurada la tarde de hoy (26 de enero), pues ofrecía una supuesta vacuna contra la Covid-19, que a través de tres dosis conseguiría una supuesta inmunidad.

César Díaz, secretario municipal de Seguridad, señaló que cuentan con evidencia (videos) en la que personal de este establecimiento asegura haber suministrado cerca de 70.000 dosis con un costo de $15 cada una. Por ello, fue enfático al asegurar “a todas las personas que estén jugando con el estado emocional de los ciudadanos, caotizando el sistema de salud y engañando, seguiremos actuando con firmeza y exigiremos las más rigurosas sanciones”.

La Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (Acess) investiga qué sustancias fueron inyectadas en los pacientes como supuestas vacunas.

“La única institución encargada de distribuir y suministrar vacunas contra el Covid-19 es el Ministerio de Salud Pública. Las instituciones privadas no tienen autorización, hasta este momento, para comercializar la vacuna contra este virus”, ha detallado, por su parte, la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa).

Operativo

Labores de inteligencia del Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano (CACM) permitieron obtener suficientes evidencias contra la clínica clandestina, ubicada en el sector de Caupicho 2, al sur de Quito, que ofrecía supuestas vacunas contra la Covid-19.

La intervención articulada se realizó con la participación de la Secretaría General de Seguridad y Gobernabilidad, Cuerpo de Agentes Metropolitanos de Control, Agencia Metropolitana de Control, Intendencia de Pichincha, Ministerio de Salud Pública, Acess y la Policía Nacional.

Cristian Paredes, subintendente general de Pichincha, explicó que gracias a los trabajos de inteligencia del Municipio de Quito se obtuvo fotografías y videos con los que se comprobó el proceso, “que no se puede entender como mala práctica médica porque la persona que está poniendo las vacunas no es médico y también atentando contra la seguridad y la salud de los ciudadanos”. (AVV)