Hoy y mañana continúa la X Feria Agroindustrial en el colegio San Gabriel. Se exponen 30 proyectos.
El entrenamiento les ha llevado cerca de seis meses de pruebas y tropiezos, pero finalmente, los 30 proyectos de los estudiantes de octavo de básica del colegio San Gabriel están sobre las mesas. Sus productos se exponen en la X Feria Agroindustrial y están cargados de sabores ecuatorianos.
Entre los stands se pueden encontrar albóndigas de quinua, galletas de amaranto, bombones rellenos de mermelada de maracuyá y otros platillos elaborados totalmente por los colegiales. El encuentro celebra su décima edición este año y Juan Pablo Vallejo, director de Bienestar Estudiantil, lo define como un semillero de ideas.
Todo empieza al inicio del año lectivo cuando los chicos proponen sus ideas y escogen los productos con los que trabajarán. Hacen una investigación completa e incluso viajan a los lugares donde se cultivan los insumos para conocer el proceso que realizan las personas que luego serán sus proveedoras. El programa está dirigido para los más pequeños porque “el objetivo es incentivarlos a emprender”, explica el docente, quien ha acompañado las diferentes fases.
Durante los diez años que se lleva a cabo la feria, las aulas de la institución han sido los laboratorios de más de 250 emprendimientos. Vallejo destaca que todas las clases aportan a los chicos en diferentes áreas. Por ejemplo, en la asignatura de matemáticas aprenden a manejar las finanzas del negocio. Las presentaciones se hacen en inglés y español.
Ideas deliciosas
Es familia de la papa pero se come como fruta. Tiene gran contenido de agua y vitaminas. Estas características llamaron la atención de José Canchig, Alán Guerrero, Ariel Soria y Darío Vinueza, quienes decidieron crear el helado de jícama. Para llegar al resultado final, tuvieron que pasar por cinco tropezones. En el primer intento el helado no tenía un buen olor; en el segundo, pusieron chispas de chocolate que restaban nutrientes; en el tercero, tenía un color verde que no era agradable, solo fueron necesarios dos intentos más para llegar al resultado final.
Para otro de los grupos, la fusión de dos ingredientes resultó un gran acierto. Escogieron el tilo (planta) y el sambo en su emprendimiento ‘Sambitilo’. Con esos insumos crearon las recetas de pie de tilo, mermelada de sambo y tilo y gelatina. Jerhemi Toalombo, Frankling Arias y Leonardo Vallejo descubrieron en su investigación que todo el año es temporada de las dos materias primas que además aprendieron a cultivar.
Toda una aventura
Daniel Caguate, Mateo Morales y Diego Parra notaron que en las fiestas de cumpleaños a todos les gusta disfrutar de los pasteles y se preguntaron ¿qué pasaría si además de ser ricos fueran nutritivos? Así crearon Coquicup Natural Wolf y ahora ofrecen cupcakes saludables.
La harina de quinua, el néctar de cacao y la panela son algunos de los ingredientes. Además lo sirven con té de guayusa que es un energizante natural y puede ser consumido por niños y adultos. Su emprendimiento ha ido un paso más allá, los jóvenes de 12 años piensan en la ecología como una de sus características. Por eso sus recipientes pueden tener una segunda vida como utensilios para guardar objetos o decorativos. Se han apoyado también en la tecnología para generar un código QR para que los usuarios accedan a la información y, después de un tiempo, dejen de utilizar papel publicitario.
Junto con los productores, Mateo Alcívar, Martín Srolis y César Rodríguez aprendieron lo complicado que puede llegar a ser el cultivo en la Amazonía ecuatoriana. Viajaron a Archidona para conocer cómo se planta la guayusa. Conocieron a una productora que sembró 150 árboles de los cuales solo tres fueron útiles. También cosecharon yuca que es el elemento principal de sus bolones.
Con esos aprendizajes, decidieron darle un toque citadino y juvenil al producto sirviéndolo en cono. Con su emprendimiento ‘Cono Guayuca’ y las experiencias vividas ellos sienten que este año será inolvidable. (PCV)
Recaudación solidaria
° Este año la recaudación de los estudiantes se dividirá en dos. La mitad se destinará a los miembros de cada grupo para que recuperen su inversión y la otra mitad a proyectos de desarrollo de la escuela San Gabriel de Guachapeli, ubicada en Cañaveral, Pedernales.
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